Voces de piedra
Voices from the Stones
Pablo Marcos Berastegui-Sampedro
Artwork part of ‘Archaeology’ Special Issue
(For English version please see below)
The Science (La ciencia)
Uno de los personajes más enigmáticos que podemos encontrar en el ámbito de la Arqueología es sin duda el epigrafista. Una especie de polímata cuya labor es rescatar las voces del pasado de antiguas civilizaciones. En las selvas de Mesoamérica, la Epigrafía se convierte en herramienta fundamental para la comprensión de culturas como la maya o la zapoteca. Como vemos en esta ilustración, el trabajo de campo no es fácil, la selva lo devora todo, literalmente. En condiciones de alta humedad y asediados por los mosquitos, los arqueólogos buscan su lugar. En este contexto, el epigrafista es aquel artista capaz de transformar unos textos difusos en antiguos bloques de piedra en un nuevo documento, de formato claro, duradero y acorde a nuestros días, accesible al resto de especialistas y público general lejos de la selva. Y el formato estándar para este nuevo documento sigue siendo el dibujo. La fotografía ha demostrado una gran capacidad para trabajar con imágenes en 3D, pero este método es caro, nuevo y laborioso. Por el momento, la mayoría de imágenes siguen siendo 2D y tienen un margen de ampliación limitado. Es más fácil trabajar en un laboratorio con un dibujo realizado por un especialista que estuvo allí, tocando la piedra, jugando con diferentes luces y ángulos, extrayendo el alma del mensaje, las voces en la piedra.
The Artist (El artista)
Pablo Marcos Berastegui-sampedro es un eterno aprendiz de antropólogo que se alimenta del relato de la Humanidad. No es dibujante profesional y actualmente no tiene vinculación con ninguna institución académico-científica. Se sabe un inmigrante privilegiado en París, hablando en diferentes lenguas y defiende el uso de manos y pies en la vida corriente. Aunque dibuja con diferentes técnicas, a veces más coloridas que otras, a finales de los 90 descubrió esa pluma de punta fina y empezó a practicar con y hasta el día de hoy. Básicamente, esa técnica utiliza líneas y puntos, que a Pablo le encanta llamar “puntos de vainilla”.
The Science
Undoubtedly, one of the most enigmatic characters we can find within the field of Archaeology is the epigraphist. A polymath of a sort, whose mission is to rescue the voices of the past of ancient civilizations. In the jungles of Mesoamerica, Epigraphy leads the way forward in better understanding cultures, such as the mayan or the zapotecan. As we see in this illustration, the fieldwork is not easy, the jungle eats it all, literally. In conditions of high humidity and besieged by mosquitoes, the archaeologists try to find their place. In this context, the epigraphist has to be the artist who settles the text written on the old stone in a new and durable format, accessible to other specialists and the general public far from the jungle. The “standard format”, even nowadays, is the drawing. Photography has shown a great capacity to capture magical frames but only in 2D and with a limited margin of enlargement. It’s easier to work in the lab with a drawing produced by somebody who was there, touching the stone, playing with different lights and angles, extracting the soul of the message, the voices from the stone.
The Artist
Pablo Marcos Berastegui-sampedro is an eternal apprentice in anthropology who feeds passionately on the story about Humanity. He is not a professional painter and currently is not part of any academic institution. He thinks of himself as a privileged immigrant in Paris, speaking different languages and defends the use of hand and feet gestures as a communication tool in everyday life. Although he draws with different techniques, sometimes more colourful than others, in late 90’s he discovered that fine point pen and started practising with and until today. Basically, that technique use lines and points, which Pablo loves to call “vanilla dots”.
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